UC - Críticas
| Países: Alemania, USA y Reino Unido. Año: 2014. Duración: 114 min. Género: Documental.
Dirección y guion: Laura Poitras. Producción: Mathilde Bonnefoy, Laura Poitras y Dirk Wilutzky. Distribuidora: Avalon.
Estreno en España: 27 Marzo 2015. |
Intervenciones: Edward Snowden, Laura Poitras, Glenn Greenwald, Ewen MacAskill, Julian Assange. |
EL DOCUMENTAL QUE ESTUVO ALLÍ
Valiente y minucioso trabajo tanto de cine como de investigación con la que la reputada documentalista Laura Poitras, y con ayuda de los periodistas que luego lanzaron las noticias de Edward Snowden a todo el mundo, aborda los días previos a que estallara el escándalo. Ver ahora ‘Citizenfour’ y ubicar todas aquellas piezas visuales que vimos en nuestras televisiones en un solo y titánico trabajo de preproducción y postproducción convierten a éste en uno de los documentales más fascinantes y valiosos de la historia.
SINOPSIS: En enero de 2013, la documentalista Laura Poitras empezó a intercambiar correos con un misterioso confidente que, bajo el pseudónimo de Citizenfour, aseguraba tener pruebas sobre los programas de vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. a sus propios ciudadanos. Meses después, junto a un equipo de periodistas, empezarán a sacar una serie de noticias que podrán en jaque al gobierno americano y al confidente en su punto de mira. Su nombre acabó siendo conocido por todo el mundo: Edward Snowden.
Tras ‘My country, my country’ (2006) y ‘The Oath’ (2010), Laura Poitras cierra su trilogía sobre la América post 11S con este titánico trabajo de investigación que, más allá del valiosísimo aporte histórico que ofrece, se convierte en todo un referente de la arquitectura cinematográfica documental: ‘Citizenfour’, que contra todo pronóstico (aunque merecidamente) acabó llevándose el premio Óscar. Y no es para menos, convertir todo aquel material gráfico grabado a escondidas en un hotel de Hong-Kong y en la clandestinidad de Internet en todo thriller de espionaje con un pulso y vibrancia que ya quisieran muchas novelas de Tom Clancy hacen que su visionado y análisis sea de obligada asignatura para futuros cineastas.
Pero ¿cómo lo hace? Que Poitrais tenga protagonismo pero no presencia física ya es un hito. Y reconstruir los hechos con todo un arco dramático dejando toda la relevancia a los periodistas (Glenn Greenwald y Ewen MacAskill) que firmaron toda aquella serie de artículos que convulsionaron el panorama político internacional del momento ofrece una mayor riqueza de matices al acercarse mediante ellos al que sin duda es el gran protagónico y que, en una jugada maestra de montaje, revela su nombre de manera inocente y cordial (como si nada) ofreciendo un punto de giro histórico: “perdona, no te he preguntado tu nombre”, le preguntan, “Edward Snowden”, responde. Que la película evolucione prácticamente con él, a punto de ser considerado un traidor en busca y captura, viendo el seguimiento de las noticias de la CNN vestido con albornoz sobre la cama de la habitación mientras el resto de protagonistas (intuimos) se enfrentaban a un duro proceso periodístico al tiempo que (suponemos) la cineasta de Poitrais les pedía repetir, reconstruir o dramatizar algún gesto para la propia linealidad de la historia nos invita a reflexionar entre lo que fue grabado in situ y lo que tuvo que repetirse dos minutos después. Haciendo que nos preguntemos que es real y que es legal a la hora de contar la verdad… una pregunta que se intuye en los ojos nerviosos del para unos héroe, para otros traidor, Snowden y que conocimos por primera vez en aquellas imágenes difundidas por todo el mundo sin saber que, en realidad, eran parte de un documental.
